Mario Vivado
Se desempeña en la fotografía desde 1977
Desarrolla en aquellos años una innovadora técnica de efectos especiales que aporta imágenes impensables ayudando al proceso creativo de las agencias y sus clientes para las más exigentes campañas publicitarias.
Investiga en la expresión humana del cuerpo y el rostro a través de la foto teatral de danza y teatro con distintos grupos y directores del medio.
Se destaca dentro del gremio y medio publicitario, siendo premiado y reconocido con numerosas menciones por sus imágenes que alcanzan más allá de una técnica impecable una gran expresividad que llegan a tocar y sensibilizar al espectador con múltiples sentimientos.
Paralelamente a lo publicitario, trabaja constantemente en la fotografía artística participando y colaborando con galerías y museos obteniendo logros y reconocimientos a sus aportes creativos.
Con el advenimiento de lo digital se adapta y se impregna de lo que esta nueva tecnología le otorga y la aprovecha con agradecimiento del desarrollo que le ofrece a sus nuevas creaciones.
Las Yeguas del Apocalipsis
El Campus Las Encinas de la Universidad de Chile fue, en 1987, el escenario para la irrupción de una propuesta estética inédita en el país. Los entonces estudiantes de literatura Francisco Casas y Pedro Mardones (Lemebel) ingresaron completamente desnudos, montados a caballo en la Escuela de Artes de esa casa de estudios. Ambos precursores, contestatarios y orgullosos de su condición homosexual, se autodenominaron “Las Yeguas del Apocalipsis”, satirizando a los jinetes bíblicos, en su “versión femenina”.
Mardones reemplazó su apellido paterno por el materno, Lemebel; desde ese momento y hasta 1995 sus apariciones públicas no disminuyeron en audacia y riesgo. Abordando medios de expresión artística como la performance, el travestismo, la fotografía y las instalaciones visuales, ponían en el tapete temas de sexualidad y derechos humanos, candentes y a la vez tabúes de aquella época.
Al estilo de una legión, Las Yeguas del Apocalipsis eran el terror de lanzamientos de libros y exposiciones de arte; nunca se sabía cuándo podrían aparecer y con qué acción podrían sorprender al público. En Concepción, se enterraron en cal y quedaron despellejados durante un mes. En la Comisión Chilena de Derechos Humanos (1989), bailaron descalzos una cueca sobre un mapa de América Latina cubierto de vidrio. En la Galería Bucci (1990) hicieron una recreación de la famosa pintura “Las dos Fridas”. Para el encuentro de intelectuales con Patricio Aylwin (1989) durante su candidatura, subieron al escenario con tacos y plumas y extendieron un lienzo con la frase “Homosexuales por el cambio”; al bajar del estrado, Casas se lanzó sobre Ricardo Lagos, entonces candidato a senador, y lo besó en la boca.
Otra de sus performances, titulada “Los que el Sida se llevó” (1989) y realizada en el Instituto Chileno Francés, los puso en contacto con el fotógrafo Mario Vivado para la realización de una serie de retratos. Tras más de dos décadas, el fotógrafo desempolvó estos archivos, muchos de ellos inéditos, y los exhibió en la Galería D21.
La exposición “Lo que el Sida se llevó” consta de 24 imágenes, realizadas para acompañar la performance homónima. Ésta consistía en la representación de un dolido San Sebastián atravesado por jeringas. En una sesión de cuatro horas, compartidas con vino y muchas risas, el fotógrafo Mario Vivado retrató a “Las Yeguas del Apocalipsis”, con la supervisión de la bailarina Magaly Rivano para las posturas corporales. Muchas de esas imágenes finalmente no se utilizaron para acompañar la acción del Instituto Chileno Francés, y fuero exhibidas por primera vez en D21. En ellas aparecen Casas y Lemebel caracterizados como BusterKeaton, Marilyn Monroe, las hermanas de “La Casa de Bernarda Alba”, entre otros personajes clásicos.
Con la colaboración de Jorge Zambrano como curador y director de arte, el fotógrafo Mario Vivado elaboró un montaje especial para la galería D21, con obras en blanco y negro tratadas con blanqueador, y color, que lograrán revivir a uno de los colectivos más innovadores que ha tenido la escena artística nacional.
“Las Yeguas del Apocalipsis” se fueron disolviendo gradualmente; su última intervención tuvo lugar en la Bienal de La Habana 1996. En adelante, han seguido desarrollando destacadas carreras literarias en forma independiente. Hace muy poco, el curador internacional Gerardo Mosquera incluyó registros de sus trabajos en la exposición “Crisis Americalatina: Arte y Confrontación 1910-2010”, realizada en el Palacio de Bellas Artes de México D.F., donde el arte chileno – y en especial “Las Yeguas del Apocalipsis”- tuvieron un rol preponderante.
Fuente: http://www.estoy.cl