Constanza Flores
Joven fotógrafa de viajes y paisaje que nos muestra su visión de la vida y su pasión por los viajes a través de variadas imágenes que nos transportan a los lugares más lejanos, geográfica y culturalmente.
Constanza empezó en la fotografía hace casi una década. En su comienzo autodidacta, luego cursó un diploma en fotografía en Nueva Zelanda. Ella sin embargo dice que su mayor fuente de aprendizaje ha sido práctica y relacionarse con más fotógrafos de su área.
Su principal objetivo es poder mostrar los más bellos paisajes de distintos lados del mundo y también la diversidad cultural que existe entre países y dentro de ellos mismos. Para lograr esto, no solo basta una cámara, sino que la mayoría de sus fotos involucran una aventura en sí; ya sea pasar días caminando, involucrándose con la comunidad y por sobre todo muchos días madrugando.
Actualmente Constanza está preparando su siguiente proyecto que se llevara a cabo en Nepal y China. Esta vez, además de fotografiar, ella y su esposo entregaran un aporte a la comunidad regalando fotos impresas a las familias que tienen acceso limitado a la tecnología, con el fin que de que puedan llevar un registro de sus antepasados y su historia familiar.
“No words, Myanmar”
Esta obra nos traslada a uno de los países más ricos en cultura y nos muestra sus paisajes, templos, personas y su forma de vivir.
La idea es estampar en estas imágenes lo que a mí más me gusto y enamoró de este país. Estando solo un mes, me hizo entender y ver cosas de las que estoy infinitamente agradecida.
Myanmar es uno de los países con más escasos recursos del sudeste asiático sin embargo la alegría de la gente te da mucho que pensar.
Lo que quiero retratar acá, y en mi siguiente proyecto en Nepal y China es que el dinero no está relacionado con la felicidad ni la dignidad de las personas. El concepto de pobreza es algo relativo. Existen muchas aldeas y comunidades que no necesitan dinero para vivir. Tienen sus propios cultivos, animales, medicina y ríos como recurso de agua. El concepto de comunidad y apoyo mutuo es clave para la subsistencia de estas personas.
Si realmente miras más allá de su “pobre condición” por no tener televisión en su casa, celulares o buen transporte público, puedes ver que estas personas disfrutan su vida bastante y quizás bastante más que nosotros.
Lo que más ame de este país fue ver niños felices, gente jugando en el río, adultos de 50 años jugando una especie de fútbol con pelota de madera todos los días después de almuerzo, la tranquilidad con la que viven, el amor que tienen por su familia, la preocupación por sus niños, el cariño que tienen por sus amigos e incluso por nosotros! Nos invitaban a comer y a tomar te en sus propios hogares y kioskos y no nos querían ni cobrar!
Aunque sea difícil entender que nuestras necesidades no apliquen para muchos otros lados y comunidades en el mundo, quiero expresar en estas fotos lo hermoso de su manera de vivir. Al final de todo logre entender que no es que ellos necesiten de nuestra ayuda, sino que nosotros necesitamos aprender de ellos.