Eadweard Muybridge

Eadweard Muybridge (seudónimo de Edward James Muggeridge), fotógrafo e investigador es, por así decirlo, la Prehistoria del Cine.

Sus experimentos sobre la cronofotografía sirvieron, tanto para perfeccionar técnicas fotográficas, como para el estudio del movimiento de animales y personas.
«El caballo en movimiento»
En 1872, una polémica enfrentaba a los aficionados a los caballos en California. Unos sostenían que había un instante, durante el trote largo o el galope, en que el caballo no apoyaba ningún casco en el suelo. Otro grupo afirmaba lo contrario.

La polémica se zanjó mediante un método que fotografiaba al caballo en las diferentes etapas de su galope y que proporcionaría una vista completa de todo el trayecto recorrido. El trabajo fue encargado a Eadweard Muybridge. Luego de varios intentos frustrados y de producir mejores negativos, en los que fue posible reconocer la silueta de un caballo. Esta serie de fotografías aclaraba el misterio, pues mostraba las cuatro patas del caballo por encima del suelo, todas en el mismo instante de tiempo.

No trató de tomar las fotografías con una exposición correcta, pues sabía que la silueta era suficiente para poder definir la cuestión. Sus primeros intentos habían fallado porque el obturador manual era demasiado lento como para lograr un tiempo de exposición tan breve como precisaba. Así pues, inventó un obturador mecánico, consistente en dos pares de hojas de madera que se deslizaban verticalmente por las ranuras de un marco y dejaban al descubierto una abertura de 20 centímetros, por la que pasaba la luz. Con este sistema se lograba un tiempo de exposición récord de 1/500 de segundo. Los obturadores de las cámaras se disparaban por la rotura de unos hilos atravesados al paso del caballo. Más tarde Muybridge inventó un temporizador a base de un tambor rotatorio que giraba de acuerdo con la velocidad del motivo y que, en los instantes adecuados, enviaba impulsos eléctricos a las cámaras.

En este video realizado por el Museu del Cinema, Girona en Cataluña, España, podemos ver una recreación virtual y esquemática del experimento E. Muybridge en Palo Alto (California 1879) para obtener una secuencia fotográfica de un animal en movimiento.

Secuencia de animaciones realizadas con fotografias secuenciadas (cronografías) de Eadweard Muybridge con música de Edward Rose y Nick Reynolds. Ver el Video

En octubre de 1878, la revista científica Scientific American publicó seis grabados hechos sobre negativos ampliados de fotografías de Muybridge, donde se veía a un caballo moviéndose al paso y al trote. La revista proponía a sus lectores que recortaran las ilustraciones y las montaran en un zootropo, un cilindro que produce la ilusión de movimiento cuando gira, si las imágenes se observan a través de una ranura lateral. El efecto que se consigue se basa en la llamada persistencia retiniana: cuando el ojo humano percibe una serie de imágenes similares y con cambios continuos que se suceden con la suficiente velocidad —diez o más imágenes por segundo—, el cerebro las interpreta como un movimiento real, y se genera la impresión de un movimiento continuo. Ahora bien, si las imágenes no estuvieran separadas unas de otras,  se verían borrosas. Después de leer este artículo, Muybridge pensó que se podrían mejorar los resultados proyectando las imágenes sobre una pantalla e inventó un aparato que utilizaba la luz para proyectar imágenes secuenciales mediante el uso de un disco de cristal, invento al que bautizó con el nombre de zoopraxiscopio. En el primer proyector las imágenes se pintaron en el cristal como siluetas. Una segunda serie de discos, realizados entre 1892 y 1894, usaba dibujos perfilados impresos en los discos fotográficamente y coloreados a mano. Algunas de las imágenes animadas eran muy complejas, e incluían múltiples combinaciones de secuencias de movimientos de animales y humanos.

En 1888 mostró sus fotografías de caballos a Thomas Alva Edison y a William K. L. Dickson, inventores del fonógrafo, para sugerirles la posibilidad de combinar ambos inventos para mostrar imágenes sonoras. Aunque la idea nunca se llevó a la práctica, Edison sí empleó una serie de fotografías de caballos en su quinetoscopio, aparato precursor del proyector de cine.