Reflejos

La reflexión de la luz se produce cuando las ondas entran en contacto con una superficie que no absorbe la energía de radiación y hace rebotar las ondas lejos de la superficie.

Así, los rayos de luz chocan con una superficie, se desvían y regresan al medio que salieron formando un ángulo igual al de la luz incidente.

Paul Eluard nos dice «La lumière qui s’en va, la lumière qui revient».

Y García Lorca comenta “La sombra manda a mi cuerpo reflejos de cosas quietas”

La reflexión especular se produce cuando un rayo de luz incide sobre una superficie pulida (espejo) y cambia su dirección sin cambiar el medio por donde se propaga.

Sin embargo, la mayoría de las superficies que golpea la luz son irregulares o rugosas. Si la luz incide sobre superficies rugosas, la luz incidente se refleja en varias direcciones (dispersa) en diferentes direcciones.

El agua parece una superficie muy pulida, así los reflejos se observan nítidos, mantienen los colores.

Pero los muros vidriados también permiten esa reflexión de la luz, que nos permite ver y volver a ver las cosas u otros edificios.

Curiosamente, los objetos que se reflejan en estos muros vidriados, se deforman, las rectas se quiebran y se pierde ese muro, ese pilar, esa viga transformándose en líneas quebradas…

Gaudì decía, “La arquitectura es la ordenación de la luz; la escultura es el juego de la luz.”

La luz nocturna nos muestra un arcoíris de colores diversos que se difuminan en el agua para volver hacia nosotros. Como dice Octavio Paz:

Construida de reflejos:
luz labrada por las sombras,
sombra deshecha en la luz.

Así, en diversos lugares y situaciones, nos detuvimos a guardar esos reflejos y los exponemos aquí, en estas fotografías.

P. JORQUERA E
2024