Hoy radicada en Buenos Aires, Celeste trabaja temáticas en torno a la memoria y lo latinoamericano. El premio se entregará el próximo 17 de noviembre en el marco del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (FIFV).
Celeste también acaba de lanzar su tercer libro: “Una sombra oscilante”, que reúne más de 100 fotografías tomadas por su padre en sus años de militancia durante el régimen militar en Chile y los otros 11 de exilio en Ecuador. Este trabajo dio forma a una exposición -bajo el mismo nombre- en el Museo de la Memoria en junio pasado, y está próxima a presentarse en el Festival de Fotografía MUFF de Uruguay.
A pesar de su juventud Celeste Rojas ostenta, a sus 30 años, un currículum extenso, que incluye exposiciones en Brasil, México, España, Estados Unidos, Inglaterra y China, y distinciones tales como como ser parte de la 1era Antología Visual Jóvenes Fotógrafos, Chile 2010-2011, el Premio Bienal Arte Joven 2017 de Buenos Aires, y ahora el Premio Rojas de Negri, reconocimiento que desde 2006 entrega el Consejo de la Cultura.
“Es un reconocimiento importante, que además se entrega por segunda vez a una mujer: la primera fue Zaida González”, explica la artista. Y agrega: “Es relevante remarcarlo porque la fotografía en general es trabajada por hombres y no solo en el arte, sino también en otras disciplinas como el fotoperiodismo”.
Celeste tiene también otros dos libros: “La ciudad líquida” (2008-2010), que plantea una ciudad simbólica en la que se ven retratadas una multiplicidad de urbes; y “El espacio de la Resistencia” (2011), donde la artista extiende la mirada hacia la ruralidad y la posibilidad de pensar el habitar en ambas zonas.